CuasiPrólogo
20
años, no es nada…
By Boulevardo Calles
Defino a Joseangel (así junto, es nombre propio, dice) Rendón Delatorre
como “polidiestro” porque a veces escribe con la mano derecha, a veces con la
izquierda y a veces con las patas, pero siempre escribe. Aunque casi nunca
habla, constantemente está inmerso en las palabras; aunque todo tiempo parece
ausente siempre tiene la respuesta que nunca necesitas; cosas como arreglar el
mundo, reivindicar los sentimientos sub valorados; desdefinir lo indefinible
pero ya, por antonomasia entendido; miles de cosas que luego escribe y olvida o
no escribe y pierde.
Y
un día sale con que a cada momento se le ocurren historias (tiene muchas en la
mente y en papelillos sueltos, en una carpeta de su compu (o varias), pero
sentía que no tenía los conocimientos necesarios para plasmarlas como relato,
cuento y por qué no, algún día, novela. Decide entonces acercarse al Centro
Cultural zacatecano (23 de junio de 1995, hace poco más de 20 años, Luis Félix
Serrano era el de cultura; es el día que decide dedicarse a escribir todas las
loqueras que se le ocurrían, pero en forma) “Oiga, vengo a preguntar si existe
un curso que me enseñe a escribir historias” dijo, “Pues ahora mismo
(¿casualidad o destino?) está iniciando un curso, ese le puede servir. Anótese
y pase, ya empezaron” le respondieron las autoridades.
Se
trataba nada menos del Taller de Narrativa, impartido por el escritor potosino
Ignacio Betancourt, donde, al entrar al aula, notó que había puro escritor del
bueno, algunas vacas sagradas y otras gentes agradables. Seis fines de semana
–uno por mes– después, Rendón ya tenía sus primeros cuentos hechos y derechos.
Ignacio Betancourt reconoció que fue él quien más textos presentó para análisis
en este taller.
Publica
los plaquettes Donde menos se espera
salta la muerte en 1997, Perros
Lejanos en 2001 y un experimento de poesía (que juró jamás repetir) Animadversos en 2003. Gana algunos
premios estatales, tiene una coyuntura existencial y desde entonces no publica,
pero nunca ha dejado de escribir.
Hijo
putativo no reconocido de Ignacio Betancourt y Alberto Huerta, es otro dato de
su ficha curricular. En 2009 se integra al Taller literario de la UAZ, dirigido
por el narrador y dramaturgo (compadre de Betancourt), Alberto Huerta, con
quien pule definitivamente su estilo y rigor para desarrollarse adecuadamente.
A
la fecha ya ha escrito otros seis libros –cuatro de cuentos y dos novelas- y no
se detiene.
Fantastrágico
viene a ser una celebración del vigésimo aniversario de que se decidió a
escribir, contiene sus dos primeros plaquettes (Los cuales ya han sido
presentados en este Blog; se agrega la inédita segunda parte de Los Tres Deseos
de Doña Chole: El Primer Deseo) y algunos de los cuentos más representativos,
los que han ganado premios o que han representado subir un peldaño en su oficio
de escritor.
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