Ella ligó sus
trompas después del segundo hijo, para no tener más suplicios quirúrgicos que arruinaran
su figura.
Él
recurrió a la vasectomía para no dejar mini-clones regados por el mundo; y
solicitó al doctor un comprobante escrito, para evitar demandas por paternidades
no recordadas al amanecer.
Y
#CarnitaJugosa conoció a #DonPowerFull en la red social.
Ella
vivía al chateo, absorbida por las señales intermitentes de su móvil; él no
salía de su ciber-capelo, nadie sabía quién era ni dónde vivía. Aun así, con su
animadversión a la sociedad y todo, vivieron un ígneo romance al alto vacío.
Ambos se protegieron, él por aislar sus promiscuidades, ella por evitar nuevas
pandemias de transmisión virtual.
Y
engendraron un hijo. Un nuevo hombre con los ojos de él, la sonrisa de ella y
toda una vida digital por delante.
Cuidado...
se rumora que alguien filtró al Espíritu Santo en la Internet.
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