¿Retromodernismo?
La tecnología cambia rápidamente;
las personas cambian lentamente.
Don Norman
El diseño de las cosas cotidianas
Odio
la narrativa en primera persona, sobre todo en personas que invariablemente no
les importa compartirnos los datos, sino que su principal autoencomienda es
darnos a conocer que es un fregón sabihondo, aunque en su texto demuestre lo
contrario y, sobre todo nos haga ver que no escribe el autor, sino su agrandado
ego. Pero como soy uno de los involucrados en el cambio vertiginoso de los
avances de la modernidad de este siglo, es menester contarles algunas cosas
desde la anterior centuria, de la cual sólo permanecemos los de la (mal)
llamada tercera edad. Así pues.
El
análisis del Consumer Trends 2025, estudio
de tendencias de mercado y para entender las necesidades y demandas de la
población que determinarán el devenir del año, afirma que en las nuevas generaciones
se está produciendo un cierto tipo de “nostalgia” hacia lo NO vivido, ya que,
con la rápida circulación de información, los jóvenes acceden a historias,
películas, música y otras joyas que en el pasado tuvieron su propia vida y hoy
parecen resucitar en la marea digital del internet y todas sus aplicaciones.
Decía mi señor padre: “Todo tiempo pasado fue mejor” a lo cual, en su versión
2.0 podríamos argüir: Todo tiempo vivido fue mejor.
Cuando
yo era un crío, no nos permitían escuchar música de Led Zeppelin, Pink Floyd, Deep Purple y todo aquel rock que hoy
está en la cima de la buena música de todos los tiempos –muy superior a lo que
se produce hoy en día (lo vengo diciendo desde los noventas del siglo pasado)– porque
“eso es música de mariguanos”, decían. Y tenían razón, pero mi generación (que
no es baby boomer, como la catalogan
a los nacidos posguerra II, ni X, más bien fuimos una generación
pre-fin-del-mundo, pues nos decían que el mundo se iba a acabar en el año
2000), aunque un poco tarde, disfrutó de primera mano, toda esta ola de buena
música, buen cine, buenos momentos, en los que no hacía falta una gran
tecnología como la actual para pasarla superbién. Un tipo de vida sin
complicaciones.
La
era actual, llamada también “de la incertidumbre” por la seria amenaza de que
el apocalipsis se presente de la noche a la mañana con una tercera guerra
mundial o alguna estupidez de los mandatarios mundiales, también, como mi
generación, está con el-fin-del-mundo debajo de la lengua y, de acuerdo a las
tendencias del Consumer Trends 2025, muchos
jóvenes generación alfa están regresando al pasado, donde todo era más
sencillo, pero también se enfrentaban tabúes y falta de derechos en algunos
sectores sociales.
Con
el exceso de información y la hiperconectividad, la gente que mira hacia
atrás, no lo hace con nostalgia, sino buscando un refugio para el oscuro
devenir. Los valores tradicionales se han vuelto una forma de rebeldía
cultural.
Según
el informe Culture Next de Spotify, el
54% de la población joven admite admirar los contenidos del pasado
por considerar que «todo parecía más sencillo». Parece que revivir el
pasado se convierte en un nuevo fenómeno mundial, pero, ¿vale la pena? Este fenómeno –llamado
Trad Trap– admite que, si el
presente no ofrece respuestas, entonces hay que buscarlas en el pasado.
OK,
yo regreso al pasado en mi archivo de recuerdos. Mi santa madre nos hacía
empanadas, donas y muchos platillos que hoy se venden (caros) en paquetes y más
paquetes, y está llenos de conservadores, azúcar fabricada de maíz transgénico
y cosas así. La nueva generación trata de regresar a las cosas naturales ante
tanta oleada de productos sobre-elaborados, como se vivía hace muchos años.
Pero también recuerdo que mi santa madre, como muchas mujeres de aquella época,
eran dominadas por un líder de familia machista y misógino, que les impidió
desarrollarse en cumplir algún sueño.
Regresar
a roles de género rígidos y a estructuras familiares que dejaban fuera
muchas realidades, así como a modelos de autoridad que limitaban la
diversidad, es una mala idea. Por eso en muchos de los casos del fenómeno Trad Trap, se vive desde lo digital,
lejos de significar un futuro tangible.
El
caso de Roro Bueno, es un buen ejemplo. La joven española presenta en Tik
Tok recetas tradicionales y labores del hogar, pero ha sido señalada por perpetuar
ciertos estereotipos de género, aunque ella se define feminista y afirma
cocinar por placer.
¿Volver
al pasado con las herramientas modernas? No es una mala idea que ya se
desarrolla en algunos aspectos sociales. El modernismo de grandes inventos está
bajando su ritmo mientras la recuperación de tradiciones, de cuestiones en las
que no se necesita la intervención de una gran paraestatal, va en auge.
Yo
les dije a finales de los 80 del siglo XX que el CD (disco compacto) iba a
fracasar… y le atiné. Hoy regresan algunos vinilos de reproducción análoga como
piezas de colección. En fin, la vida tamizará las tendencias para darnos lo
mejor de todos los tiempos. Espero.
Este artículo fue publicado en el periódico
Ecodiario de Zacatecas el 29 de junio del 2025
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