Tan
lejos de Dios y tan cerca de Solaris, la antología
Mientras haya futuro
Existirá la
Ciencia Ficción.
JR
En el Taller de Escritura Creativa
Alberto Huerta, el cual coordino desde 2022, tomamos un reto muy parecido a un
viaje espacial: conocer la Ciencia Ficción (CF), su historia e impacto en la
literatura contemporánea y aprender las técnicas para escribir este género
literario. De esa idea tenemos como producto la antología Tan lejos de Dios y
tan cerca de Solaris
¿Por
qué un viaje espacial? Porque arrancamos con mucho impulso, pero sin saber a
ciencia cierta a dónde íbamos.
En
el tercer año de la realización de este taller, ya habíamos tenido un
acercamiento a la CF con el Ciclo Frankenstein, dedicado a Mary Shelley,
considerada una de las primeras obras de Ciencia Ficción. En este ciclo leímos
la obra completa de manera colectiva, vimos los dos filmes más representativos,
y posteriormente abrimos una mesa redonda para compartir opiniones y conocimientos
que nos había brindado este viaje. Fue muy enriquecedor, y nos dejó la
intención de hacer otro ciclo similar.
¿Y
por qué Solaris?
Ya
habíamos comentado anteriormente sobre las películas y el libro de Solaris,
allá por septiembre del 2024, cuando realizamos el ciclo de CF. Referirnos a
Solaris obliga a un viaje por el espacio y el tiempo, pero también hacia
nuestro interior. Podemos documentarnos de lo que es la solarística viendo las dos películas: la de Steven Soderbergh del
año 2002 o anteriormente la del ruso Andrei Tarkovski en 1972; pero hace falta
ir más atrás y adentrarnos en la novela del polaco Stanislaw Lem, publicada en
1961 y que marcó un nuevo paradigma en la ciencia ficción.
La
historia de la novela, en resumen, nos lleva tras la vida de Kris Kelvin, un
psicólogo especializado en el planeta Solaris, cuya superficie está ocupada por
un mar que es un ser vivo inteligente, en estado plasmático. Kelvin llega a
Solaris para demostrar la naturaleza de su océano, y lo que descubre lo obliga a
pensar en su propia mentalidad humana, al enfrentar sucesos extraordinarios en
la Estación Solaris.
El
tema de ciencia ficción que se aplica en la novela es El Contacto de seres
humanos con especies alienígenas, pero rompe el paradigma cuando no se trata de
un ser antropomórficamente similar al humano y no existe manera de establecer
un diálogo, o entender a este gigantesco ente.
Darko
Suvin dice: “Solaris tiene varios niveles, y es a la vez un rompecabezas
psicobiológico, una parábola acerca de las relaciones y emociones humanas, y
una demostración de que los criterios antropocéntricos son inaplicables en el
mundo moderno”.
Dice
el libro: “El ser humano ha emprendido el viaje en busca de otros mundos, otras
civilizaciones, sin haber conocido a fondo sus propios escondrijos, sus
callejones sin salida, sus pozos, o sus oscuras puertas atrancadas”. Según
el investigador Martín Cristal, “Sobre esa tensión funciona Solaris: Los
personajes buscan comprender un planeta del espacio exterior, pero acaban
asomándose a los abismos de las miserias y la oscuridad de su interior”.
Stanislaw
Lem busca en su obra enfrentarnos a lo desconocido como forma de reconocernos a
nosotros mismos: “No tenemos necesidad de otros mundos. Lo que necesitamos son
espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Un solo mundo, nuestro mundo,
nos basta, pero no nos gusta cómo es” dice el autor polaco... “habrá planetas y
civilizaciones más perfectas que la nuestra; en otras, en cambio, esperamos
encontrar el reflejo de nuestro primitivo pasado”.
¿Y
de qué trata la antología?
Tan
lejos de Dios y tan cerca de Solaris es un parafraseo de una famosa frase de
Porfirio Díaz: “Pobrecito México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados
Unidos”. La antología es la culminación, tanto del ciclo, donde leímos la obra,
vimos las películas y abrimos un debate, como de los cursos talleres sobre
Ciencia Ficción que realizamos en la Ciudadela del Arte durante el pasado mes
de agosto. Al ciclo de Peli-VS-Libro agregamos el reto de escribir nuestras
propias historias de Ciencia Ficción, lo cual tuvo resultados tan
satisfactorios como el primer ciclo de nuestro Taller. En el transcurso de este
ejercicio (como viaje espacial) surgió la interrogante: ¿Para qué sirve la
Ciencia Ficción?
Robert
A. Heinlein la define como “Una especulación realista en torno
a posibles acontecimientos futuros, sólidamente basada en un conocimiento
adecuado del mundo real y en un concienzudo conocimiento del método
científico”. En el proceso creativo caímos en la cuenta que el
futuro ficticio de la CF contemporánea se va acercando al mundo real, donde los
avances en comunicación nos llevan a la incomunicación y así por el estilo.
Concluimos: La Ciencia ficción sirve para levantar
la cabeza y saber hacia dónde vamos en este viaje, que podemos vislumbrar 14
millones de caminos posibles, pero sólo habrá uno verdadero, hacia allá nos
corresponde movernos.
Esta colección de cuentos nos hace darnos cuenta de
lo que vimos en Solaris: que el viaje más lejano tal vez sirve para
encontrarnos a nosotros mismos. Y nos damos cuenta de que la aventura valió la
pena para entendernos
como seres vivos.
En
esta antología, que fue presentada el pasado 16 de abril, participan autores
como Medardo Ríos, Francisco G Troncoso, Mariana Salazar, Juan Moreno, Jesús
Díaz Llamas, Arturo González, Ezau Luevano, Eréndira Covix, todos ellos
miembros del Taller de Escritura Creativa Alberto Huerta, que supieron exponer
su estilo y punto de vista sobre lo que imaginan en un futuro cercano, así como
responderá la sociedad a los próximos avatares. El libro lo pueden obtener en
la Librería Zacatecas, ubicada en Av. Hidalgo # 615, frente a Catedral, en el
Centro Histórico, y así conocer las historias que podríamos vivir en un futuro
posible.
Este artículo fue publicado en el periódico
Ecodiario de Zacatecas el pasado 20 de abril del 2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario