lunes, 7 de julio de 2025

 

Azaret Zamudio:

Una sólida voz en la poesía zacatecana

 


Me recetaría silencio y soledad,

pero son partes innatas en mí.

(…) Estoy destinada a callar porque todo

el ruido del mundo ya está dentro de mí

Azaret Zamudio

 

Azaret escribe desde las ruinas, con hambre de belleza (dice la tirilla promocional del libro El mal Poeta [2025, Adonis Editorial]). Lo hace desde 10 años atrás –o más–, desde antes del Taller de Escritura Creativa Alberto Huerta, El Laboratorio Literario Daniel Sada (donde la conocí) o las tertulias de Eduardo Campech Miranda (†). Lo hace sin cortapisas, sin esperar nada a cambio, con las letras que aligeran el camino, las que emergen debajo de la piel, para describir el andar... y, sobre todo, para no olvidar lo andado.

 

Mi corazón se empapó (…)

Me rompí

Mis palabras fueron inválidas

mis esperanzas fueron extintas.

 

El mal poeta, muestra dos partes de la inspiración de Azaret Zamudio. En la primera: De amor e idealización, de acuerdo al texto de introducción, narra el proceso en enamoramiento, desgaste, abuso emocional y desarraigo que se vive en una relación abusiva, particularmente con una personalidad narcisista. Se sumerge en un ciclo de idealización, dependencia, culpa y escape, hasta romper con el vínculo, aunque no con las huellas que este deja.

La segunda parte, Efectos Colaterales, se desplaza hacia territorios de lo sensible: la vida cotidiana, la pérdida, la familia, la muerte, la soledad, el amor fuera del molde romántico.

El mal poeta es un acto de memoria íntima, donde Azaret intenta de decir la verdad desde el temblor. Es el primer libro de una voz que recién comienza, pero que ya entiende que escribir también es una forma de volver a habitarse. Concluye la introducción de este libro.

He dicho más de una vez que este (el XXI) es el siglo de las mujeres (aunque jóvenes como Azaret, mija Angiie y muchas otras viven esta transición heroica). He mencionado también que el poeta es alguien capaz de leer la vida. En los versos de Azaret Zamudio se encuentran estas dos premisas, con el lozano análisis de las circunstancias de la vida que le ha tocado sortear a la Filósofa, experta barista, y, sobre todo, poeta. Escribe con el temor y el entusiasmo de quien absorbe la vida como esponja y derrama en tinta los momentos de introspección, de remembranza y adivinación del futuro desde los rincones remotos del alma. Lo hace con una lírica que resalta la experiencia de los momentos intensos, los brotes de luz al borde tormentoso de horizontes promisorios. Un estado de inquietud de palabras que saltan de la punta de su lengua para formar un río que se navega apacible desde una lectura que nos traslada al mar de la reflexión.

 

¿Quién pudo haber predicho que en tus sílabas caben mis suspiros? …

Brindo por ti con la misma mano con la que he trazado tu primer ingreso hacia mi calma, con el instinto que desborda mi copa al escuchar tu voz.

 

Algunos sectores de su alma se han vuelto precozmente subjetivos. Otros analizan el recuerdo desde todas sus aristas. Los otros, se resisten al olvido derramándose en palabras, no cualesquiera, sino las que habitan los versos.

 

El día sabía a licor barato desde la mañana,

          a comida rancia y vieja.

Sin embargo,

decidí ser nuevamente una actriz.

 

Ojalá esta mentira se repita tantas veces que la vuelva verdad.

 

Para Ariel Rivadeneira, autor de Escribir poesía, “Escribir un poema es apelar a la energía de los sentimientos. El lenguaje es un instrumento que sirve para concretar, para hacer visible y comunicable esa energía”. Y Azaret está llena de energía, –siempre–, y su conocimiento del lenguaje es muy notorio.

El mal poeta es el libro adecuado para empezar a conocer a Azaret Zamudio, para no olvidarla, porque tengan por seguro que la seguiremos leyendo, en los presagios de las noches posteriores, llevando la bitácora de los ángeles vencidos, de los conciertos victoriosos y las degustaciones de la buena literatura, filtrada al vapor de la molienda, como el mejor café. En este libro hay un poema que la describe:

 

Alquimista

No todo lo que toco se convierte en oro,

pero he aprendido a resurgir del fuego.

 

Pueden leer El mal Poeta, de Azaret Zamudio en el siguiente enlace: https://tinyurl.com/4jsmep62

 

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