sábado, 28 de septiembre de 2024

 

Libro versus Peli: ¡Ganamos todos!

 Publicado en ECODIARIO Zacatecas el 22 de septiembre del 2024



La Ciencia Ficción es la ilusión de una vida,

con la certeza científica de que ocurrirá.

Fructuoso Lee Terato

 

 El Ciclo Solaris establece un debate sobre el libro versus la película.

 

Cuando se inicia el debate de ¿Qué fue mejor, el libro o la película? La inmensa mayoría de las veces la respuesta es: EL LIBRO. Aunque, viéndolo bien, esto es un dato desigual, porque –sobre todo con el gran aumento del streaming en el mundo actual- la cantidad de gente que ha leído el libro y –emocionada- ha visto la película, comparada con los que solamente la seleccionaron del menú de Netflix, sin saber siquiera que existe un libro en el que se basó la historia, es desgarradoramente inferior.

 

Y suceden dos cosas (o tres):

 


1: Los que leyeron el libro, lo hicieron desde el campo de la imaginación (acto que está dos rayitas debajo de lo mágico) y al llegar al punto final obtuvieron una emoción sublime, por motivo de haber creado en sus mentes un mundo que se encontraba en código alfanumérico + haber vivido una historia extraída de la ficción, de otra mente, pues, no de la realidad.

 

Cuando estos lectores asisten a la sala de cine, para ver la versión cinematográfica basada en el Best Seller, la mayoría de las veces se desaniman, pues “No es como viene en el libro”. Pero aquí sucede algo que podríamos llamar el Efecto-secundario-de-la magia-de-leer-un-libro, que se basa en el antiguo dicho: “Cada cabeza es un mundo”.

 

Sujetos al Proceso de Mensaje, que es finalmente el resultado de comunicar una idea o historia, hay un emisor (o autor) y varios o muchos receptores (lectores), pero, el plus de recibir una idea (o historia), es que cada uno de los receptores tiene su propia interpretación de lo que ha leído, y lo ha entendido en base a sus pocos o muchos conocimientos del tema, el autor, la época, etc. Cada historia es un árbol que ha florecido de manera distinta en las diferentes imaginaciones.

 

Por eso, más que nada, al ver la película se encuentran ante algo distinto de lo que construyeron en su mente. Es una tercera versión (porque hay una versión diferente en cada lectura): la del Director de la película, que puede acercarse –o no- a lo que quiso decir el autor de la historia y/o a lo que pensó cada lector. Esto sin hablar que existen narrativas de cine, paletas de colores, presupuestos, etc. Que, sin quererlo, obligan a cambiar la versión del celuloide contra su original impreso.

 

Por eso el desgano de los que leyeron el libro y ven la película: Es una tercera historia que rompe con el lazo mágico que unió al libro con la mente del lector.

2: Los que no han leído el libro –y acaso ni sabían que la peli estaba basada en un clásico de la literatura mundial- se limitan a decir: “Pues sí (el libro está mejor que la peli), pero a mí me gustó mucho la producción, los efectos y sobre todo la actuación de Tom Hanks (por decir alguien)”.

 

Aquí, el receptor queda en un estado pasivo de dos versiones (la pantalla y la mente) que se parecen mucho, por no decir que son lo mismo, ya que el mensaje emitido se encasilló en un cuadrito animado. Para ellos está vetado opinar qué estuvo mejor, si solamente cuentan con una versión de la historia.

 

Actualmente, gracias a los medios electrónicos, se vive un incremento en las lecturas de libros por persona; pero también, gracias a Netflix y sus competidores, hay cada vez más historias que se cuentan “enmarcadas en el cuadrito animado”. Por lo mismo, la comparación entre el libro y la película se aleja cada vez más de los terrenos de la opinión. Entramos en el juego del streaming, donde los productores apuestan por historias que ya han tenido éxito en las librerías, pero dejamos atrás la magia que nos hubiera aportado el conectar a nuestra imaginación con un tabique lleno de códigos alfanuméricos. Lo cual añoramos.

 

El Taller de Escritura creativa Alberto Huerta, ha desarrollado dos ciclos en los que colectivamente se lee el libro, luego se ven un par de versiones fílmicas de la historia y posteriormente se comentan las experiencias en uno y otro medio. En noviembre del 2022 tuvo lugar el ciclo Frankenstein, de Mary Shelley, donde la experiencia de leer, ver y debatir, cerró un circulo que nos permitió abordar todos los recovecos de una de las mejores obras de la literatura mundial. Excelentísima experiencia.

 

Para el Ciclo Solaris, se contó con la lectura del libro de ciencia ficción (1961) ierodel polaco Stanislaw Lem, posteriormente se exhibieron, en la Cineteca de Zacatecas, las dos películas Solaris, dirigidas por Andrei Tarkovski (1972) y Steven Soderbergh (2002), respectivamente. Por último, tuvo lugar el conversatorio de ¿Qué fue mejor, el libro o la(s) peli(s)? Así como algunas lecturas de ciencia ficción de miembros del taller Alberto Huerta. 

 

Y 3: Comento en este artículo sobre cerrar el ciclo entre un libro y una película, por una experiencia propia con El Código Da Vinci, de Dan Brown. En este caso me tocó ver la película antes de leer el libro, y sucedieron cosas extrañas: Mi mente ya tenía “otros datos”, el protagonista no era yo, como en otras historias donde imagino totalmente los elementos, era un tal Tom Hanks; y la lectura se fue más por lo que no mencionó la película, en una aventura donde ya sabía el camino que iban a tomar las cosas. Fue buena experiencia –en sentido contrario, pero valió-, pero esta lectura me hizo pensar en las limitantes de solo ver la película y que a una novela se le pueden dar más de dos vueltas y siempre tendremos algo distinto y gratificante.

 

Con LIBROvsPELI podemos tener, entonces, cuatro versiones: la del libro, la de nuestra imaginación, la del director de la película y la versión de nuestra imaginación enriquecida. Saludos.

 Joseangel Rendón




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