sábado, 28 de septiembre de 2024

 Lo que aprendimos de Ayotzinapa

 Publicado en ECODIARIO Zacatecas el 29 de septiembre del 2024


¿Sabes? Yo alguna vez también fui revolucionario.

Aníbal Malaparte.

 

Misivas en botellas lanzadas al mar de la ignominia.

 

Aníbal Malaparte nos presenta en su libro-collage –a diez años del incidente de Ayotzinapa- un mural de imágenes, recuerdos y citas revolucionarias, cuyo hilo conductor nos lleva a todo lo que falta por contestar para hacer factible una solución.

 

El inclemente ataque contra un grupo de estudiantes normalistas cumplió una década. Han corrido ríos de tinta, mentiras e incógnitas; conexiones nunca reconocidas entre el crimen organizado y las autoridades; una búsqueda desgastante que parece haber perdido el eco en los muros sordos de la impartición de justicia. Bajo el contexto de la lucha de clases, ideales abrazados por los alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre del 2014, Aníbal Malaparte, poeta veracruzano, lanza el libro collage titulado Lo que aprendimos de Ayotzinapa (2024, Mandrágora Editores), integrando entre su prosa poética y versos, los referentes –en citas de autores de la ideología de izquierda- que no se rinden ante una lucha que parece perdida, o por lo menos no se le ve final. El autor nos lleva ante un alud de pensamientos, respaldados por el origen de los mismos, a recapacitar sobre lo que envolvió el fatal evento, desde la perspectiva ideológica. Una lluvia de palabras en la ventisca de ideas.

 

Estudiar el pasado conlleva el descubrir

que no podemos recuperarlo

y al mismo tiempo

que es demasiado grande como para olvidarlo.

 

Alude Aníbal Malaparte en las páginas de su poemario. Militante de organizaciones antifascistas, nos abre el puente entre los hechos, las ideas y los intelectuales que las esgrimen. Dice:

 

El intelectual formado

en la bohemia de la tertulia

y las bibliotecas universitarias

(aquel que emplea la cultura

como una bomba molotov)

encuentra su íntima alianza

con el proletario precario

quien sin tiempo para leer

vive sin aparente opción;

 

El caso Ayotzinapa tiene aún muchos problemas no resueltos: La investigación, el encuentro con la verdad absoluta (no la histórica), la localización de los cuerpos y castigo a los verdaderos culpables, entre otros; 10 años buscando una posible respuesta a ese tema que conmueve, emociona e indigna, llenan las páginas de este libro.

Para Aníbal Malaparte la poesía es algo que nos permite explorar el lenguaje y la forma en que concebimos el mundo, pero además nos permite expresar cómo debería ser. Avendaño, crítico literario, comenta: “La obra de Aníbal Malaparte tiene una calidad literaria impresionante, a la cual se le suma su tendencia política de denuncia ... Ha sido un poeta comprometido con la revolución proletaria. Como militante ha sido acosado, criminalizado, arrestado, torturado, la lista es larga. Se reinventa y redescubre constantemente en sus poemarios, presentando una profunda evolución a lo largo de los años de experimentar su forma de entender tanto la militancia como la política, lo cual lo ha llevado a escribir este poemario-collage que manifiesta la tristeza convertida en rabia de toda una generación que no quiere repetir los versos que escribe el poeta en el libro”.

 “Es poesía para transformar el mundo” dice. “Poesía para comprender que nos perdimos una oportunidad revolucionaria pero que podemos prepararnos para la siguiente”. La rebeldía es el primer síntoma del progreso. Su poesía se mantiene siempre alejada del conformismo.

Han pasado diez años. Sigue la búsqueda de reparación del daño o verdad y justicia. Aníbal Malaparte nos da en su libro-collage argumentos suficientes para no abandonar la lucha por estos principios. Es una lucha por justicia, no por ideologías, dirían algunos, pero “Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas, suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas” expresó Jorge Luis Borges.

Lo que aprendimos de Ayotzinapa es un proyecto intelectual del escritor, que sin escapar de sus filias, sus victorias y sus causas perdidas, reconfigura el pensamiento para no rendirse y enfocar la lucha hasta encontrar la verdad.

Con frases históricas de Marx, Engels, Rimbaud, Lenin, Mayakovski, Stalin, Loy, Zetkin, Revueltas, Gramsci, el Che, Meinhof, Althusser, Zizek, Daltón, etc. Aníbal Malaparte revive la herencia de lucha, en un manifiesto para futuros revolucionarios, estableciendo la relación entre arte de vanguardia y política revolucionaria.

Nacido el primero de mayo de 1992, Aníbal Malaparte es un poeta adepto a la contracultura e historiador egresado de la Universidad Veracruzana. Colaborador o fundador de diversas tertulias literarias, ha publicado en diversas revistas literarias. Es autor de los poemarios Escribe poesía, construye bombas caseras (2019), Conversaciones de odio (2020), Delirios nihilistas (2020) y La asamblea de los fantasmas (2023). Adepto a las causas perdidas desde 2008. Siendo un adolescente tiene la manía de desafiar al destino como militante de diversas organizaciones antifascistas, zapatistas y marxistas-leninistas. @malaparteanibal

 

Libro versus Peli: ¡Ganamos todos!

 Publicado en ECODIARIO Zacatecas el 22 de septiembre del 2024



La Ciencia Ficción es la ilusión de una vida,

con la certeza científica de que ocurrirá.

Fructuoso Lee Terato

 

 El Ciclo Solaris establece un debate sobre el libro versus la película.

 

Cuando se inicia el debate de ¿Qué fue mejor, el libro o la película? La inmensa mayoría de las veces la respuesta es: EL LIBRO. Aunque, viéndolo bien, esto es un dato desigual, porque –sobre todo con el gran aumento del streaming en el mundo actual- la cantidad de gente que ha leído el libro y –emocionada- ha visto la película, comparada con los que solamente la seleccionaron del menú de Netflix, sin saber siquiera que existe un libro en el que se basó la historia, es desgarradoramente inferior.

 

Y suceden dos cosas (o tres):

 


1: Los que leyeron el libro, lo hicieron desde el campo de la imaginación (acto que está dos rayitas debajo de lo mágico) y al llegar al punto final obtuvieron una emoción sublime, por motivo de haber creado en sus mentes un mundo que se encontraba en código alfanumérico + haber vivido una historia extraída de la ficción, de otra mente, pues, no de la realidad.

 

Cuando estos lectores asisten a la sala de cine, para ver la versión cinematográfica basada en el Best Seller, la mayoría de las veces se desaniman, pues “No es como viene en el libro”. Pero aquí sucede algo que podríamos llamar el Efecto-secundario-de-la magia-de-leer-un-libro, que se basa en el antiguo dicho: “Cada cabeza es un mundo”.

 

Sujetos al Proceso de Mensaje, que es finalmente el resultado de comunicar una idea o historia, hay un emisor (o autor) y varios o muchos receptores (lectores), pero, el plus de recibir una idea (o historia), es que cada uno de los receptores tiene su propia interpretación de lo que ha leído, y lo ha entendido en base a sus pocos o muchos conocimientos del tema, el autor, la época, etc. Cada historia es un árbol que ha florecido de manera distinta en las diferentes imaginaciones.

 

Por eso, más que nada, al ver la película se encuentran ante algo distinto de lo que construyeron en su mente. Es una tercera versión (porque hay una versión diferente en cada lectura): la del Director de la película, que puede acercarse –o no- a lo que quiso decir el autor de la historia y/o a lo que pensó cada lector. Esto sin hablar que existen narrativas de cine, paletas de colores, presupuestos, etc. Que, sin quererlo, obligan a cambiar la versión del celuloide contra su original impreso.

 

Por eso el desgano de los que leyeron el libro y ven la película: Es una tercera historia que rompe con el lazo mágico que unió al libro con la mente del lector.

2: Los que no han leído el libro –y acaso ni sabían que la peli estaba basada en un clásico de la literatura mundial- se limitan a decir: “Pues sí (el libro está mejor que la peli), pero a mí me gustó mucho la producción, los efectos y sobre todo la actuación de Tom Hanks (por decir alguien)”.

 

Aquí, el receptor queda en un estado pasivo de dos versiones (la pantalla y la mente) que se parecen mucho, por no decir que son lo mismo, ya que el mensaje emitido se encasilló en un cuadrito animado. Para ellos está vetado opinar qué estuvo mejor, si solamente cuentan con una versión de la historia.

 

Actualmente, gracias a los medios electrónicos, se vive un incremento en las lecturas de libros por persona; pero también, gracias a Netflix y sus competidores, hay cada vez más historias que se cuentan “enmarcadas en el cuadrito animado”. Por lo mismo, la comparación entre el libro y la película se aleja cada vez más de los terrenos de la opinión. Entramos en el juego del streaming, donde los productores apuestan por historias que ya han tenido éxito en las librerías, pero dejamos atrás la magia que nos hubiera aportado el conectar a nuestra imaginación con un tabique lleno de códigos alfanuméricos. Lo cual añoramos.

 

El Taller de Escritura creativa Alberto Huerta, ha desarrollado dos ciclos en los que colectivamente se lee el libro, luego se ven un par de versiones fílmicas de la historia y posteriormente se comentan las experiencias en uno y otro medio. En noviembre del 2022 tuvo lugar el ciclo Frankenstein, de Mary Shelley, donde la experiencia de leer, ver y debatir, cerró un circulo que nos permitió abordar todos los recovecos de una de las mejores obras de la literatura mundial. Excelentísima experiencia.

 

Para el Ciclo Solaris, se contó con la lectura del libro de ciencia ficción (1961) ierodel polaco Stanislaw Lem, posteriormente se exhibieron, en la Cineteca de Zacatecas, las dos películas Solaris, dirigidas por Andrei Tarkovski (1972) y Steven Soderbergh (2002), respectivamente. Por último, tuvo lugar el conversatorio de ¿Qué fue mejor, el libro o la(s) peli(s)? Así como algunas lecturas de ciencia ficción de miembros del taller Alberto Huerta. 

 

Y 3: Comento en este artículo sobre cerrar el ciclo entre un libro y una película, por una experiencia propia con El Código Da Vinci, de Dan Brown. En este caso me tocó ver la película antes de leer el libro, y sucedieron cosas extrañas: Mi mente ya tenía “otros datos”, el protagonista no era yo, como en otras historias donde imagino totalmente los elementos, era un tal Tom Hanks; y la lectura se fue más por lo que no mencionó la película, en una aventura donde ya sabía el camino que iban a tomar las cosas. Fue buena experiencia –en sentido contrario, pero valió-, pero esta lectura me hizo pensar en las limitantes de solo ver la película y que a una novela se le pueden dar más de dos vueltas y siempre tendremos algo distinto y gratificante.

 

Con LIBROvsPELI podemos tener, entonces, cuatro versiones: la del libro, la de nuestra imaginación, la del director de la película y la versión de nuestra imaginación enriquecida. Saludos.

 Joseangel Rendón




 Tan lejos de Dios y tan cerca de Solaris

 

En la literatura de nuestro tiempo, los dos grandes maestros

de la ironía y la imaginación son:

Stanislaw Lem y Jorge Luis Borges.

Úrsula K. Le Guin

 

La ciencia ficción NO vende realidades, nos planta un espejo para entender nuestro mundo en perspectiva.

 

En el posmodernismo de un siglo que ya superó la mayoría de edad, hay quienes, como en el siglo XVI, todavía nos intercambian oro por espejitos. Caso concreto del megamillonario Elon Musk quien marca su “X” tanto en una red social como en su compañía aeroespacial que promete viajes turísticos al planeta rojo; idea que ya está a la venta, pero aún es un mero proyecto de ciencia ficción.

Ya está visto que el magnate vende irrealidades. Con su empresa Tesla, que catapultó el mercado de los autos eléctricos y con la cual obtuvo millonarias ganancias, infladas, ya que vendió a varios países la idea de subsidiar los carísimos autos, ya que eran el futuro de las energías limpias. Al día de hoy estos países han retirado el subsidio a Tesla y se ha determinado que los autos eléctricos no son la solución efectiva para los problemas climáticos del mundo.

Y mientras tanto, en los contenidos populares de las redes sociales, (la de Elon y otras) se maneja que este mundo ya tiene fecha de caducidad y que habrá de realizarse un plan de viaje –tipo Arca de Noé interplanetaria- donde irán (adivinen quién) los que más tengan, en cuanto a bienes o riquezas. Pero hay una interrogante que nos lleva a analizar el caso Solaris: ¿El hombre necesita nuevos mundos o el mundo necesita nuevos hombres?

Y referirnos a Solaris obliga a un viaje por el espacio y el tiempo.

Podemos acceder a Solaris viendo las dos películas: la de Steven Soderbergh del año 2002 o anteriormente la del ruso Andrei Tarkovski en 1972; pero hace falta ir más atrás y adentrarnos en la novela del polaco Stanislaw Lem, publicada en 1961 y que marcó un nuevo paradigma en la ciencia ficción.

¿Y por qué Solaris? La historia de la novela, en resumen, nos lleva tras la vida de Kris Kelvin, un psicólogo especializado en el planeta Solaris, cuya superficie está ocupada casi totalmente por un mar que es un ser vivo inteligente, en estado plasmático. Kelvin llega a Solaris para demostrar la naturaleza de su océano, y lo que descubre lo obliga a pensar en su propia mentalidad humana, al enfrentar sucesos extraordinarios en la Estación Solaris.

Un día, Kelvin despierta acompañado por Harey, su antigua compañera, que se había suicidado años antes. No se trata de una alucinación: es ella. Posee todos los atributos de su antigua amada. Y también le sabe dar razón de sucesos ocurridos después de su muerte.

Harey es muestra de la materialización de sueños de los habitantes de la nave. Cada uno de los investigadores presentes en la estación tiene una teoría al respecto y alguien a quien esconder. No existe explicación lógica, porque la misma Harey, que no se siente una creación de Solaris ni del subconsciente de Kelvin, está exenta de temores. Las teorías de los habitantes de la Estación Solaris chocan con 100 años de investigación sobre el planeta e innumerables teorías que los llevan a pensar hasta en un dios imperfecto.

El tema de ciencia ficción que se aplica en la novela es El Contacto de seres humanos con especies alienígenas, pero rompe el paradigma cuando no se trata de un ser antropomórficamente similar al humano y no existe manera de establecer un diálogo, o entender a este gigantesco ente.

Darko Suvin resume la obra literaria así: “Solaris tiene varios niveles, y es a la vez un rompecabezas psicobiológico, una parábola acerca de las relaciones y emociones humanas, y una demostración de que los criterios antropocéntricos son inaplicables en el mundo moderno”.

Solaris representa un enigma, sobre todo por las reacciones que produce en los habitantes de la estación, incluyendo a Harey, criatura creada por Solaris a partir del subconsciente de Kelvin, pero que piensa y tiene personalidad, lo cual hace de ella el personaje más desdichado.

Dice el libro: “El ser humano ha emprendido el viaje en busca de otros mundos, otras civilizaciones, sin haber conocido a fondo sus propios escondrijos, sus callejones sin salida, sus pozos, o sus oscuras puertas atrancadas”. Según el investigador Martín Cristal, “Sobre esa tensión funciona Solaris: Los personajes buscan comprender un planeta del espacio exterior, pero acaban asomándose a los abismos de las miserias y la oscuridad de su interior”.

Stanislaw Lem busca en su obra enfrentarnos a lo desconocido como forma de reconocernos a nosotros mismos: “No tenemos necesidad de otros mundos. Lo que necesitamos son espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Un solo mundo, nuestro mundo, nos basta, pero no nos gusta cómo es” dice el autor polaco... “habrá planetas y civilizaciones más perfectas que la nuestra; en otras, en cambio, esperamos encontrar el reflejo de nuestro primitivo pasado”.

Considerada como la mejor novela no anglosajona de ciencia ficción, Solaris es una obra que hay que leer con la máxima atención, porque se entretejen varios niveles: por un lado, se trata de una novela ciencia ficción “de primer contacto”, pero muy distinta a Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, por ejemplo, sobre todo por la imposibilidad de lograr dicho contacto. Por otro lado, es una novela psicológica, que explora las relaciones humanas, el amor, la culpa, el remordimiento, la amenaza permanente de la locura y el miedo a la soledad.

Pero hay una tercera forma de repensar este libro: Richard Matheson en Soy leyenda (1954) retoma al Drácula de Stoker renovando los miedos del vampirismo en la era post-apocalíptica. Lem lleva a Solaris las historias de fantasmas, renovando los miedos a lo desconocido en un lugar muy muy lejano.

En conclusión: por muy lejos que vayamos en nuestra Arca de Noé intergaláctica, a la humanidad la perseguirán sus miedos, traumas, debilidades y malas-vibras. No hace falta ir tan lejos para cambiar.

 

Nosotros: Desde Un Mundo Feliz hasta nuestros días

(pasando por 1984)


Publicado en ECODIARIO Zacatecas el 8 de septiembre del 2024


 Noticias desde la utopía donde vivimos.

 

Y si estos seres no comprendieran por las buenas

que les aportamos una dicha matemáticamente perfecta,

deberemos obligarlos a esta vida feliz.

Yevgueni Zamiatin

Nosotros (1920)

 

El siglo XXI (y lo que le falta) parece ser la encarnación de las más populares distopías de la pasada centuria. Los mundos alternos, aderezados de la ciencia ficción (CF) más “lunática”, se han convertido la hiperrealidad del actual momento de la historia. TOTALITARISMO, es la palabra que permea en los nuevos y cambiantes órdenes políticos del futurista presente. No es este un comentario político propagandoide; una parte de la CF, que es pieza del bagaje de las letras universales, se considera “literatura de la anticipación”, por lo cual no es extraño ver en nuestra realidad momentos que en algunas páginas de la ciencia ficción ya se hayan mostrado, con todo el peligro que ello representa.

“La ilusión de una sociedad perfecta se contrapone a la realidad de una nueva política sostenida por el poder excesivo”, frase de Rogorn Modaran que podría ser la nueva definición del término Distopía aplicada. La CF pone en su lugar los finales ilusoriamente esperanzadores. Pero la literatura ha mostrado con ficciones la realidad que esconde el mundo.

De entre toda la colección de fallidas utopías, cabe destacar cuatro libros que han marcado el estilo de “otros mundos”, empecemos por las famosas:

Un mundo feliz’ fue una "mala utopía" para Aldous Huxley. Como obra maestra de la literatura de anticipación, presenta el escenario futurista en donde el pasado ha sido erradicado para sellar una nueva era desprovista de sentido histórico. La obsesión del Estado Mundial es solo el momento presente. Los ciudadanos de este futuro desconocen los valores morales y culturales, porque han sido condicionados para imitar un sistema con idea del bienestar, alojándose en la vacía comodidad de no hacer nada (zona de confort, como la llaman ahora).

El contexto histórico de esta novela (1932) es la depresión económica americana de 1929 con el crack de Wall Street, que repercutió en desempleo masivo y de una debacle social. Según Huxley, la gente deseaba estabilidad, y su utopía choca con los roles sociales que no son aceptados por todos, refiriéndose a cinco castas a las que la gente pertenecía desde antes de nacer, lo cual genera un círculo social inoperante entre comodidad-obligación-deseo, donde para controlar a la gente le daban una droga.

En 1984 (publicada en 1948), George Orwell inventa el hoy popularísimo “Gran Hermano” en una historia donde un poderoso controla la vida privada de los ciudadanos. Winston Smith trabaja en el Ministerio de la Verdad reescribiendo la historia para un estado totalitario que somete a la población, hasta que no quiere contribuir más a este sistema perverso y decide rebelarse.

Esta novela es una feroz crítica del totalitarismo. Los mecanismos de control de la sociedad orwelliana recuerdan a los del nazismo y el estalinismo, y la modernidad del ambiente narrado le da una vigencia impresionante. En el contexto histórico, Orwell parte de su experiencia militante en la guerra civil española y su análisis de los sistemas sobrevivientes a la segunda guerra mundial.

Para Orwell, 1984 es su manual de instrucciones para sobrevivir a un mundo deshumanizado, enfrentando los totalitarismos ideológicos. Ve con pesimismo el desarrollo tecnológico, porque «se permite solo cuando sus productos pueden aplicarse a disminuir la libertad humana».

Por su parte, Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, se basa en la frase popular inglesa «what you don’t know won’t hurt you» (lo que no sabes no te hará daño). Guy Montag es un bombero cuyo trabajo es quemar libros, que están prohibidos porque son causa de discordia. Un sabueso mecánico del Departamento de Incendios, armado con una inyección letal, rastrea a los disidentes que aún conservan y leen libros.

«Leer hace pensar y quien piensa no es feliz», dice Jaavier Memba. La novela describe una civilización esclavizada por los medios, los tranquilizantes y el conformismo. La visión profética de Bradbury es asombrosa: pantallas de televisión al tamaño de paredes que exhiben folletines interactivos, una población que escucha solamente una insípida música y noticias transmitidas por unos diminutos auriculares insertados en las orejas. Según Kingsley Amis, «Fahrenheit 451 es el más convincente de todos los infiernos conformistas».

Finalmente, Nosotros, de Yevgueni Zamiatin, escrita en 1921, prohibida oficialmente hasta 1988 en la URSS, se anticipa magistralmente a las tres novelas mencionadas. En su presentación: “En la ciudad de cristal y acero del Estado Único, separada por un muro del mundo salvaje, la vida transcurre sometida a la inflexible autoridad del Bienhechor: los hombres-número trabajan horarios fijos, siempre a la vista de todos, sin vida privada: el "yo" ha dejado lugar al "nosotros". El narrador, D-503, es el constructor de una nave interestelar que deberá llevar al universo «el bienaventurado yugo de la razón». Pero se enamora… y el amor equivale a la rebelión, así como el instinto sexual al deseo de libertad. Y fuera de los muros del Estado Único surgen los nuevos insurrectos”. Cualquier parecido con el bloque soviético es pura coincidencia, pero por eso vetaron a Zamiatin por muchos años.

En resumen, Un mundo feliz suprime la historia, presenta una sociedad manipulada desde la concepción de cada ser humano y dividida en castas desde antes de nacer. Vende la felicidad a base de pan, circo y conformidad. 1984 suprime los ideales, habla de estados centralistas, opresores y controladores, donde la felicidad es el pensamiento único. Fahrenheit 451 suprime la necesidad de aprender, desaparece la cultura escrita, y por tanto del pensamiento humano en general. Es decir, lleva a la felicidad por medio de la ignorancia. Nosotros, por su parte, suprime la individualidad del ser, centrando todo en la ideología del “nosotros”. La felicidad es el bien común.

En nuestra nueva realidad, concluyendo como ejemplo de las distopías mencionadas, estamos olvidando la historia, los ideales, el gusanillo de aprender y nuestra individualidad, y lo más malo de todo: nos están quitando nuestro derecho a tener derechos. Lo cual deja una pregunta para nosotros mismos, ante la inmensa ola de información desinformada que parece utopía: ¿Qué estás dispuesto a perder para asegurar tu futuro?

Las distopías nos plantan en las narices lo negativo de un mundo, cuando el sueño de la sociedad idealizada se finca un estado perverso. En la actualidad, la ciencia ficción y la realidad se encuentran en movimiento asintótico: se acercan mucho, muchísimo, pero jamás llegarán a juntarse. Tal vez aun no es tiempo de tomar el aprendizaje de las lecciones que nos brindan esas historias… y debamos esperar a hundirnos en la deliciosa conformidad.

 Betty la Fea Futurista o No me odies por desear ser bonita

 

Publicado en ECODIARIO Zacatecas el 1 de septiembre del 2024


Netflix estrena la película de Ciencia-Ficción Uglies, basada en una serie de libros, sobre un futuro distópico donde lo más importante será la belleza.

 

“La gente exige la libertad de expresión como una compensación

por la libertad de pensamiento que rara vez usan”.

Soren Kierkegaard

 

El futuro es ficción y el pasado es historia. Aunque a estas alturas del siglo XXI, con una modernidad líquida desparramándose y una realidad en donde la verdad está siendo ¿abandonada? no, más bien: asesinada por las nuevas posverdades, realidades virtuales, metaversos que no son el aquí ni el ahora y una serie de alegorías informativas en las que “la neta” es exprimida, alterada, fotoshopeada y –la favorita actualmente– cambiada por una inteligencia artificial. La ficción ya no está en los libros ni el cine ni en las series, ha invadido la realidad en un nuevo momento que podríamos llamar el “Tiempo Falso”.

“Y llegará el día en que los ‘alter egos‛ se paseen por las calles, lo cual será escandalosamente ridículo”. No tengo el autor de la cita (podría ser una IA, ya no sabemos), pero el actual instante mundial decanta más por la ficción que por la ‘realidad real‛, como es llamada en literatura. Y en este auge de la mentira que parece verdad, la ciencia ficción toma un nuevo aire de “posibles futuros cercanos” (near future, subgénero de la ciencia-ficción o CF), donde mega-millonarios como Elon Musk ya nos venden la idea ficcionada de viajar a otro planeta como realidad posible, en lugar de solucionar los problemas (que son reales y muchos) de este mundo que aun aguanta unos miles de años, si lo tratamos bien.

Pero en esta sección hablamos de literatura adaptada al cine o streaming, y de cómo los autores de las novelas y su entorno histórico han intervenido en la realización de los libros. El pensamiento que abre este artículo es producto de una serie de libros del tipo “Juegos del Hambre”, enfocados a la juventud, donde la distopía gira alrededor de la –cada vez más– ansiada y estereotipada belleza.

El 13 de septiembre Netflix estrena Uglies (Los feos), película basada en el primero de los cuatro libros de Scott Westerfeld: Uglies o Traición. Cuenta con las actuaciones de la no tan fea Joey King, Chase Stokes, Laverne Cox y Brianne Tju entre otros. Basándonos en los libros, la historia va así:

En el primero, Tally espera con impaciencia, como toda la pubertancia futurista, cumplir los 16 añitos, porque a esta edad se le permite someterse a una intervención quirúrgica que la convertirá en perfecta. Pero su amiga Shay se rehúsa a seguir los modismos sociales y huye para unirse a la resistencia, un grupo de disidentes (o feos) que rechazan la Operación y viven en una ciudad clandestina llamada El Humo. Las autoridades, al ver que Tally desea apasionadamente someterse a la operación para ser bella, le condicionan a ser imperfecta para siempre, a menos que busque a Shay y la entregue a los agentes de Circunstancias Especiales (los anti feos), encargados de preservar la seguridad en el mundo. Tally acepta el trato, aunque en el inter suceden muchas cosas, como enamoramientos y reconocer que la vida es bella más allá de los cánones de perfección. Tally descubre, además, que tras la fachada de la belleza se esconde un secreto que cambiaría el mundo distópico todo bonito para siempre.

Al ver el trailer de la película parece que eso sucederá en la cinta, quedando la interrogante de que si Tally traicionará a los feos o a quienes le prometieron La Operación si delataba a los insurrectos.

Uglies, de Scott Westerfeld ha sufrido buena cantidad de contratiempos para ser llevada al cine de streaming. A poco más de veinte años de la publicación del libro (fue éxito editorial antes que Los juegos del Hambre), ha tenido que pasar por rechazos, pandemia, huelga de sindicatos de Hollywood, así como el fracaso de una decena de películas basadas en series de libros distópicos enfocados en la juventud, como 'El corredor del laberinto', trilogía de James Dash; 'Divergente' de Verónica Roth; 'La quinta ola, de la trilogía de Rick Yancey; 'The Giver: El dador de recuerdos', de la novela de Lois Lowry o 'Delirium' basada en la saga de Lauren Oliver. Que intentaron competir con Los juegos del hambre, pero cayeron en el primer intento.

Al estrenar la película que exalta la belleza como el non plus ultra del deseo humano, solo queda esperar si tiene el éxito que Netflix espera y lanzarse a la producción de las secuelas basadas en los otros tres libros de la serie.

De ser así, tendríamos en un futuro cercano la adaptación en pantalla plana del segundo libro de Scott Westerfeld sobre esta serie: Perfección (2009), donde Tally Youngblood al fin es perfecta y junto a Shay disfruta de fiestas interminables en Nueva Belleza. Además, está a punto de ser admitida en el mejor grupo de perfectos en una fiesta de disfraces. Ahí conocerá a Zane, y gracias a él, encontrará un misterioso mensaje que ella misma se escribió antes de entregarse a los Especiales.

Luego vendría Especiales (2010), el libro 3, donde Tally se ha unido a Circunstancias Especiales y está programada para vencer a la resistencia. Los Especiales son atractivos, rápidos y poderosos, y Tally se convierte en una de ellos después de someterse a la Operación. No conserva prácticamente ningún recuerdo de su pasado, pero cuando la Dra. Cable le asigna acabar con la resistencia, Tally escucha una voz desde lo más hondo de su corazón, donde todavía laten memorias imborrables.

El libro 4: Extras (2011) ya trata de una distopía diferente (más parecida a un American Idol mundial), resultado del fin del mundo de belleza total; son nuevos protagonistas en el mismo mundo, que solamente esperan un salto a la fama… o muchos likes, como le dicen ahora.

La moneda está en el aire para Los Feos. El público joven es maleable, pero sus preferencias cambian de un día a otro. Y Netflix es un negocio que se basa en resultados. Pero la CF está más fuerte que nunca en los contenidos… y en la vida.

Scott Westerfeld (1963) nació en Texas y en la actualidad vive entre Sídney y Nueva York. Con Traición vendió millones de ejemplares y ganó premios como el del mejor libro juvenil, concedido por la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos. Actualmente, con Impostores (Nocturna, 2023), regresa al mundo distópico de Uglies o Traición en una trama de CF con gemelo bueno y gemelo malo que intercambian papeles.

Y a propósito de Ciencia-Ficción, el Taller de escritura creativa Alberto Huerta llevará a cabo un Ciclo de CF alrededor del libro Solaris del polaco Stanislaw Lem y sus adaptaciones al cine por Andrei Tarkovski (1972) y Steven Soderbergh (2002), con lectura del libro, exhibición de las películas y mesa redonda abierta al público. La cita es del 22 al 26 de septiembre en la Ciudadela del Arte. Saludos.

 

Fotografías cortesía de Netflix

 El libro, el cine y la vida real: Un paseo por el globo plateado

 

Publicado en ECODIARIO Zacatecas el 25 de agosto del 2024

 


«Ámate a ti mismo y deja que la gente te odie»

Proverbio polaco.

 

Todos los que leemos un libro y posteriormente vemos la película basada en la susodicha novela, soltamos el grito: “Estaba mejor el libro”. La mayor de las veces así es, pues la visión del director, que se atrevió a llevar la obra a la pantalla, nunca coincidirá con lo que interpretamos nosotros al leerla. Aunque con la actual estrimización (del verbo gerundiado Streaming que significa: me espero a que salga en Netflix) del cine, la cosa está cambiando: los lectores-cinéfilos están brincando directamente a ver la serie o película sin saber si está basada en una obra maestra de la literatura –que tiene su historia, generalmente de trabajo y sufrimiento del escritor– o está sacada de la manga de los magos del nuevo Hollywood de pago por mes.

Hay muchas series y películas basadas en obras literarias –hablaremos de algunas adaptaciones en siguientes entregas– pero recientemente llamó mucho mi atención la historia de un filme cimentado en una trilogía literaria que van a la par de la historia de un país y lo que su gente sufrió durante todo el siglo XX. Daremos un paseo sobre El Globo Plateado.

País: Polonia, antes y después de las dos grandes guerras; Autores: Jerzy Zulawski del libro (1911) y Andrzej Zulawski –su sobrino-nieto–, de la película (1977 a 1988). Partamos del inicio del círculo creativo: la experiencia + la creatividad del escritor de inicios del siglo XX.

La trilogía lunar es obra más conocida de Jerzy Zulawski (14 de julio de 1874 - 9 de agosto de 1915), escrita entre 1901 y 1911. Se ha traducido en varios idiomas europeos, pero tardó casi 100 años en traducirse al inglés (al español nunca, pero ahí viene la ventaja del cine y los subtítulos automáticos youtuberos).

Con maestría en filosofía, defensor de la metafísica y de la idea de poner el arte a su servicio, Jerzy Zulawski intentó dar forma tangible a la teoría del símbolo como expresión del Absoluto.

En los primeros días de agosto de 1914, cuando las tres entidades de la Polonia dividida (Rusia, Alemania y Austria-Hungría) entraban en la Primera Guerra Mundial, Jerzy Zulawski se unió a las Legiones de Pilsudski para recuperar la independencia de su país. Debido a su reputación literaria, se le dio un puesto importante en el personal periodístico, pero en 1915 contrajo tifus y murió en un hospital de campaña en Dębica. Tenía 41 años. La ocupación y la guerra dieron fin a este gran autor.

De su obra magna: El primer volumen de la trilogía, Na Srebrnym Globie (En el globo de plata, 1903) describe, en forma de diario, la historia de una expedición de astronautas terrestres que llegan a la Luna y fundan una colonia. Después de varias generaciones, pierden la mayor parte de sus conocimientos y son gobernados por un culto religioso. El segundo volumen, Zwyciezca (El conquistador, 1910), se centra en el Mesías esperado por los colonos, que es otro viajero de la Tierra. Después de un éxito inicial, no cumple con sus expectativas y es asesinado en una alegoría a la muerte de Jesucristo. El tercer volumen, Stara Ziemia (La vieja Tierra, 1911) describe la visita de dos colonos lunares a la Tierra del siglo XXVII. Este tercer volumen no está incluido en el filme de su sobrino-nieto.

La Trilogía de la Luna es una de las primeras obras de ciencia ficción (antes de que se llamara oficialmente ciencia-ficción), reconocida como influyente con gran carga filosófica. Profundamente influenciado por Spinoza, von Hartmann, Avenarius y otros, Zulawski ofrece una opinión pesimista del carácter humano, nuestra creación de mitos religiosos y el deseo inalcanzable de salvación utópica. Anclada en el concepto cristiano del Salvador, los elementos complejos de la obra brindan una visión regresiva de la sociedad y la civilización humanas.

De la película:

On the Silver Globe (en polaco: Na srebrnym globie) dirigida y escrita por Andrzej Zulawski, adaptada de la obra literaria de su tío abuelo, sigue a un equipo de astronautas que aterriza en un planeta deshabitado (ya no se trata de la Luna, la ciencia ficción había avanzado enormemente) y forma una sociedad. Muchos años después, un solo astronauta es enviado al planeta y se convierte en mesías.

Pero el filme, tanto como la trilogía y su autor, sufrieron una serie de infortunios.

Andrzej Zulawski abandonó Polonia para trasladarse a Francia en 1972 y evitar la censura del gobierno polaco. Después del éxito de su película de 1975 Lo importante es amar (L'important c'est d'aimer), las autoridades polacas encargadas de los asuntos culturales lo invitaron a regresar a Polonia y producir un proyecto de su propia elección… sin límite de presupuesto. Zulawski siempre había querido llevar al cine la novela de su tío abuelo, y se dio a la tarea. El rodaje comenzó el 20 de junio de 1976 con costosas locaciones y vestuario.

El trabajo se detuvo en mayo de 1977, por "eficiencia laboral extremadamente baja y precios excesivos". Janusz Wilhelmi, nuevo viceministro de Cultura, al percibir la batalla de los selenitas contra los szern como una alegoría de la lucha del pueblo polaco contra el totalitarismo, canceló el rodaje, cerró el proyecto cinematográfico, que tenía un ochenta por ciento de avance, y ordenó que se destruyeran todos los materiales. Sin embargo, los rollos de la película inacabada fueron preservados por el estudio cinematográfico y miembros del elenco y el equipo.

A fines de 1985, Zulawski aceptó completar la película. En 1986, se filmaron tomas de las calles de la Polonia contemporánea, a las que el director agregó una voz en off que describía las escenas faltantes. En mayo de 1988, la versión del 80 por ciento producido + el 20 % completado como se pudo, se estrenó en el Festival de Cine de Cannes. Fue recibida con elogios, considerando que se había cometido “un crimen” al suspender su producción.

Andrzej Zulawski falleció el año 2016 y a inicios de este año la película salió a la venta en Blu-ray.

El Globo Plateado acerca la ficción a la filosofía, cosa que no sucedería sino hasta 50 años después de la publicación de la trilogía, con la obra del también polaco Stanislaw Lem. Según Filmaffinity: Con escenarios naturales y sin mayores efectos especiales, Zulawski nos entregó una reflexión sobre lo humano a través de una prosa poética que da forma a un relato que se asienta en el simbolismo de distintas tradiciones místicas y religiosas.

La creación de un libro, y la realización del filme basado en, tienen su larga historia, no siempre halagüeña. La vida no se trata de sentarnos nada más a ver las recomendaciones del Netflix con nuestro combo de palomitas, sin saber cómo ha llegado hasta nosotros tal producción. Hay historias detrás de las historias que también merecen saberse. La película está disponible en Youtube.