Caballos lentos, pero de
buen colmillo
“Se detuvo y fingió mirar la hora en el
reloj;
una
maniobra idéntica a cuando se mira la hora de verdad”.
Mick Herron
“Las
mujeres rápidas y los caballos lentos arruinarán tu vida”.
Steven Knight
Peaky Blinders
Las
historias de espías fueron alguna vez el alter
ego del cine mundial. Con la posguerra, después de 1945, y la Guerra Fría,
ante los movimientos geopolíticos de los años 50 y 60 del pasado siglo, había
“carne de cañón” para todas estas novelas, de las cuales James Bond, el agente
007 de Ian Fleming, fue la más popular.
Pero
los años han hecho mella en la historia. Cayó el muro de Berlín (y el bloque
soviético), se congeló la guerra fría y, con las nuevas tecnologías (los
“juguetitos” de Bond, James Bond,
pasaron de dar sorpresa a dar risa), hoy en día las figuras del espionaje
tienen que esforzarse más para lograr un Best
Seller de su autor o una adaptación al cine con recaudación decente en
taquilla. Los imaginativos trucos de aquellos que salvan al mundo antes del
desayuno ya parecen “caballo cansado”, por su escasa originalidad.
Pero
hay una saga de, hasta ahora, seis libros –seguida de una serie de TV que esta
semana termina su cuarta temporada– que le ha dado un giro a todo este sistema
del contraespionaje de alta gama, para echar otra mirada a los que malparió el
fin de la guerra fría, abandonándolos en el rincón más sucio, como a la “pobre muñeca fea”.
El
mes pasado salió a la luz En el país de
los espías, de Mick Herron, la
sexta entrega de la multipremiada serie de best
sellers ingleses sobre los «caballos lentos», título del libro que abrió la
saga (tres millones de copias vendidas), la cual dentro de la mismísima MI5,
agencia de espionaje británica que apadrinó por décadas al agente 007, nos
lleva hasta los entresijos del lugar a donde mandan a los agentes indeseables,
los que cometieron algún error grave en su trabajo de espionaje o a quienes
quieren olvidar poniéndolos fuera del alcance de todos: La Ciénaga. Hasta ahí
va a parar Jackson Lamb, agente que
dio todo por su país durante la guerra fría, pero ahora es el insufrible,
odioso y alcohólico jefe de este grupo que parece que no da una, pero algunas
veces, por error, salvan al mundo.
Cada
temporada de la serie de TV en streaming,
que se transmite por Apple TV, se basa, durante seis capítulos, en cada uno de
los libros de la saga de Mick Herron. Hablemos de qué tratan los libros:
Caballos lentos. Jackson Lamb está la Ciénaga, un
vertedero en Londres al que van a parar los miembros de los servicios secretos
que han cometido un error. Sus colegas los denominan «caballos lentos», son algo
así como los parientes pobres del espionaje británico. Nadie del MI5 desea
estar ahí. River Cartwright, se pasa el día transcribiendo conversaciones
interceptadas de teléfonos móviles, cuando secuestran a un joven y los autores
amenazan con decapitarlo en directo por internet. River ve la oportunidad para
redimirse. Mientras se acerca al plazo para la ejecución, descubre que cada uno
de los implicados tiene intereses ocultos, y si los caballos lentos no se avivan,
el eco del crimen se difundirá por todo el mundo.
Leones muertos. Los agentes de la Casa de la Ciénaga escoltan
a un oligarca ruso de visita en Londres, que el MI5 pretende alistar en sus
filas. Mientras dos agentes son enviados al trabajo de vigilancia, Dickie Bow,
un antiguo espía de la época de la Guerra Fría, es hallado muerto en un
autobús. Jackson Lamb está convencido de que Dickie Bow ha sido asesinado.
Porque si has sido espía, lo eres para siempre. Así, cuando los "caballos
lentos" investigan, ponen al descubierto secretos de la Guerra Fría que
parece conducir a Alexander Popov, una antigua leyenda soviética, que ahora es
el hombre más peligroso del mundo.
Tigres de verdad. Cuando secuestran a un caballo lento y
les exigen un rescate, los agentes de la Ciénaga se ven obligados a burlar las
medidas de seguridad de la oficina central del MI5 y robar información valiosa
como moneda de cambio para salvar a su colega. Sin embargo, ese incidente no es
más que la punta del iceberg de una conspiración a gran escala, en la que no
solo está implicada una banda secuestradora, sino también alguien del servicio
secreto.
La calle de los espías. David Cartwright antiguo jefe del MI5
parece haber perdido la cabeza (demencia senil, le llaman). Su nieto River, un
«caballo lento», debe investigar. Pero su abuelo no está loco, sabe que debe
cuidarse de sus antiguos “pecados”. Jackson Lamb trabajó durante un tiempo con
el abuelo de River y sabe que es «un espía viejo y desagradable con las manos
manchadas de sangre».
Las reglas de Londres. El nuevo director del MI5, Claude
Whelan, encargado de proteger a un primer ministro acosado, se enfrenta a
ataques de un parlamentario y de su esposa, que escribe una columna en la
prensa sensacionalista. Además, el país se ve agitado por una serie de ataques
terroristas en apariencia aleatorios. En la Ciénaga, sus miembros lidian con la
sospecha de que su nuevo compañero es un psicópata y trata de matar a uno de
ellos. La situación es mala, pero siempre podremos contar con los caballos
lentos para que sea mucho peor.
En el país de los espías. En la Ciénaga se agitan los
recuerdos, todos ellos malos. Catherine Standish vuelve a comprar alcohol,
Louisa Guy remueve las cenizas de su amor perdido y el nuevo recluta, Lech
Wicinski, marginado incluso entre los «caballos lentos», está decidido a
descubrir quién arruinó su carrera. Mientras tanto, el mandato de Diana
Taverner como Primera Mesa tropieza con arduas dificultades: si quiere que el
servicio se adapte a su propósito, puede que tenga que hacer tratos con un
viejo y conocido demonio. Jackson Lamb preferiría quedarse tranquilo y
meditando en paz, pero las sombras de su pasado lo alcanzan, así que, cuando un
conocido traidor aparece en escena, Lamb envía a su equipo a igualar el
marcador.
Sobre los libros: El último de ellos es considerado el
mejor, mostrando la madurez de Mick Herron, al llevarnos al filo de la silla a
cada vuelta de página, sin saber si lo que suceda será la estupidez de uno de
los caballos lentos o la solución a una amenaza mundial, que podría ser
solamente un gato en el tejado del viejo Londres. La narrativa de Herron hace
volar nuestra imaginación a cada trazo de pluma. Es atrayente de principio a
fin.
Sobre la serie de TV: Las imágenes de Londres, tanto el
centro de negocios como los suburbios, son de lo mejor. Hasta parece publicidad
turística al estilo inglés. Entre los rojos camiones de dos pisos y los taxis
negros, pasa la muerte destruyendo todo a su paso.
Cabe
resaltar la excelente actuación de Gary
Oldman, ganador del Oscar por su actuación en Drácula de Bram Stoker, como
el agente Jackson Lamb, regordete, alcohólico, imbañable, pedorro e insufrible,
cuyo papel solicitó el mismo Oldman, luego de haber leído las primeras entregas
de la saga. Además, tiene otras actuaciones sobresalientes, como Kristin Scott
Thomas y Jonathan Pryce, aderezado por la canción tema, interpretada por el
mismísimo Mick Jagger. Excelentes
producciones que nos dejan esperando más al finalizar el sexto capítulo de cada
temporada.
Caballos
lentos es, además de una joya de la literatura inglesa contemporánea, una nueva
visión desde el streaming sobre los
derroteros que ha tomado el espionaje a nivel mundial. Vale la pena leer los
libros y ver las temporadas ya estrenadas + las que vienen. Saludos.
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