domingo, 12 de febrero de 2023

 

El hombre es un animal de (malas) costumbres

 


"En las adversidades sale a la luz la virtud". Aristóteles.

 

Dedicado al regreso a clases en la UAZ.

 

Hoy rompí la rutina-no-rutina mañanera del Lonely Old Man detallada en “Los 7 habituales NO´s del nunca-acabar de escribir” (**). La UAZ reinicia clases y mijo (mi vástago, pues) se envolvió en el reto del quinto semestre de Ingeniería en Software, por lo que debo retomar el viacrucis que significa viajar por todo el bulevar hasta el Campus Siglo XXI.

Noté que hay mucha gente a la que le da por salir a la calle a las 7:15 am… y tienen tanta prisa, como si el día no durara 24 horas.

“Suerte-abrazo-buen-día-TQM-y-emoticones” reinauguró una rutina que ya extrañaba.

El vocho no sabe de usanzas urbanas, pero de algún modo entiende que trabaja con gasolina, básicamente. Me dejó en la calzada que antes se llamaba Héroes de Chapultepec, más antes Bulevar Norte, más después Vía Metropolitana, entre lo que antes se llamaba Ciudad Gobierno –luego Ciudad Administrativa (#AdminCity, para los nerds o inges en software), luego Ciudad Diferente; hoy “Ciudad-sin-esperanza”, creo. Con decir que el sexenio se llegó a llamar quinquenio y ahora se llama suplicio– y el Centro de Salud que nunca se ha dejado de llamar “Dr. José Castro Villagrana” aunque ha estado en la avenida González Ortega, después junto a la actual Presidencia Municipal y ahora cerca del Mercado de Abastos, que no sé cómo se llama.

El caso es que me quedé a más de un kilómetro de distancia de una gasolinera… e inauguré la nueva y saludable rutina de una caminata mañanera con bidón en mano.

A las 7:45 hay más gente que le da por salir a la calle, con más prisa, como si al día no le quedaran 16.25 horas (soy ingeniero, la cifra está bien). Camino-voy-vengo-le-pongo-de-la-verde-al-vocho e intento recordar quién fue el que dijo que el hombre es un animal de costumbres (rutinas, pues, fue Aristóteles). Regreso a empellones, notando que a las 8:05 AM hay más gente… iracunda, como si el día se les fugara entre los dedos.

Entre la marejada de regresantes llego a casa, a lo mío. Ya frente a la compu, café en mano, intento escribir un cuento sobre la costumbre de amar y las buenas rutinas, que pienso dedicarle a alguien especial a quien nunca se lo diré (es hábito), pero a mitad de la historia recuerdo la rutina 4-B de “Los 7 NO´s”: Revisar Mail-Facebook-Twitter, en ese orden. Para este momento ya terminé mi café y me doy cuenta que no será lo mismo zambullirme en las redes sociales. Reanalizo mis rutinas, trabajo extraordinario que requiere de un segundo cafecito.

Al día le quedan 14.5 horas al momento de teclear esto, suficiente para mandarle un mensaje a los que siempre andan con las prisas, porque nunca planean salir un minuto antes y así regresar más tranquilos y alegres. La tardanza, la prisa y la ira ya son rutinas, malas rutinas que deberían reanalizarse.

Le queda mucho al día, espero no olvidar que solamente le puse 30 pesos de hidrocarburo verde (que antes era rojo y ahora es como amarillezco) al vocho y volver a quedarme a media calle… que ya es costumbre.

Buen día, prepárense para el reinicio de la vida.

 

 

 

Este texto lo escribí en septiembre del 2017, pero guarda una gran nostalgia (por mijo y por el vocho) y las salidas tarde siguen siendo costumbre. Cosa de organizarse bien.

 

** Puedes leer “Los 7 habituales NO´s del nunca-acabar de escribir”, en mi blog: http://joseangelrendon.blogspot.com/ son buena guía para desorganizar el proceso creativo de un escritor.

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