la
niña de Hiroshima
bajamar playa ceniza
desata agujetas funde zapatos
calienta el sobresalto
al rojo blanco
los vínculos
umbilicales desaparecen
ibas tarde sin mochila
tu ángel de la guarda
quedó ciego
duendes robaron la
mitad de la cara
enseñas a volar
palomas origami
tantas como glóbulos
blancos
juraron te salvarían
envejeces en la
artesanía de cada dosis
tu cabello se va entre
alas
el poder estalló en
tus manos
caminas sobre
escombros de agonía
respiras difícilmente
olvidarás la risa del
abuelo
en el último momento
No hay comentarios:
Publicar un comentario